PLANTA
La invasión de los tártaros en 1241 demostró que Cracovia, rodeada sólo por terraplenes de tierra y empalizadas de madera, era incapaz de defenderse
la invasión de los tártaros en 1241 demostró que Cracovia, rodeada sólo por terraplenes de tierra y empalizadas de madera, era incapaz de defenderse, lo que demostró la necesidad de dotar a la ciudad de sólidas fortificaciones. En 1285 se concedió a Cracovia el derecho a construir una muralla. Entre finales del siglo XIII y principios del XVI se construyó un sistema de murallas de cuatro kilómetros de longitud. Constaba de 7 puertas y 47 torres. Sin embargo, a principios del siglo XIX, las autoridades austriacas decidieron demoler las fortificaciones, que se habían quedado obsoletas y no podían hacer frente a los asedios enemigos. Fueron sustituidos por las "plantaciones" de Planty, siguiendo el ejemplo del anillo vienés. Sólo la Puerta de San Florián, la Barbacana y tres torres se salvaron gracias a los esfuerzos de Feliks Radwański, que consiguió convencer a los austriacos de que las torres y la puerta podrían haber protegido la ciudad de las corrientes de aire, los vientos y las tormentas de nieve del norte Oasis verde que rodea por completo el casco antiguo, la plantación es un excelente punto de partida para comprender la topografía de la ciudad, hacerse una idea de su tamaño en la Edad Media y vislumbrar algunos bellos monumentos. Hoy en día, este parque está decorado con numerosas fuentes, estatuas y placas que marcan la ubicación de las antiguas puertas. Es una bendición que abre el centro de la ciudad, y es un lugar popular para que los residentes de Cracovia lean, hagan footing o pasen tiempo con sus seres queridos.