TIENDA TRAPDOOR
La tienda Trappe, muy popular por la calidad de sus productos, cerca de la abadía, con muchos objetos religiosos
Situada al pie de las colinas que rodean Bricquebec-en-Cotentin, la abadía fue fundada en 1824 por el abad Onfroy, quien creó un hermoso lugar aquí, con varios edificios y una hermosa iglesia. Puso el edificio bajo la protección de Notre-Dame-de-Grâce. Aquí, los sacerdotes observan la vida cisterciense en la más profunda indigencia, en cualquier época del año. Hoy en día, la abadía cisterciense está abierta a todo aquel que quiera hacer un retiro en completa tranquilidad. El padre del hotel le saluda, el precio se deja a su estimación, aunque se le da un precio medio, que parece normal, por decir lo menos, y esté seguro de que es modesto, por decir lo menos, e incluye comidas maravillosas, que sin embargo tendrá que tomar en silencio. Aquí encontrará jóvenes que están revisando sus cursos, personas en ligera convalecencia o que buscan un momento tranquilo para pensar, descansar o incluso a veces rezar. Los monjes trapenses viven aquí criando ganado y vendiendo subproductos, incluyendo la famosa trampa Bricquebec. Y esta es, en efecto, la razón por la que mucha gente viene aquí: una tienda muy apreciada por la calidad de sus productos (la charcutería es inigualable en el Cotentin, fe del Petit Futé) está abierta a unos diez metros de distancia. La calidad de la bienvenida sólo se iguala con el entusiasmo de los consumidores. La tienda es sobria, y también encontrará muchos objetos religiosos. Un lugar muy hermoso, de paz y tranquilidad, y que no deja a nadie indiferente.
Este establecimiento también figura como :
En effet le dimanche 14 avril 2024 il y avait une porte ouverte avec visite de l´abbaye, prix d´entrée 4 €. Au regard de la réputation de l´abbaye, ça me semblait raisonnable !
Grave erreur, en fait les sans doute 200 personnes présentes et moi-même, ont eu le droit à une mini conférence relativement brouillée d´une petite demie heure et basta!!
La seule visite autorisée était un petit cimetière de quelques centaines de m2 et, surtout, le droit de visiter la boutique de vente des produits. Nous avons appris tout de même que toutes les charcuteries ne sont plus faites dans l´abbaye mais dans une entreprise privée .
Bien entendu aucune visite des locaux que ce soit les lieux de vie des moines ,des anciens ateliers de fabrication des fromages et charcuteries, des jardins et autres parties intéressantes du site
Je déconseille fortement de se déplacer pour un tel attrape nigauds !!