2024

AGUAS TERMALES DE CROUEN

Sitio natural para descubrir
4/5
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En la lengua xârâcùù, se denominan xwâkwé nè, "las fuentes de fuego". Durante siglos, los guerreros canacos mojaban sus armas en ellas antes de ir a la guerra. Una leyenda transmitida por la tradición oral melanesia explica los orígenes de este lugar. Hace mucho tiempo, el valle de La Crouen era sagrado. Sólo vivía una familia, la guardiana del lugar, y un dios llamado Wankwéné, que castigaba a los incautos que cometían el sacrilegio de venir aquí. Una noche, el dios se removió en su sueño y sacudió la montaña. El río, que fluía por la vertiente occidental, se desvió hacia la vertiente oriental. Las tribus quisieron entonces apropiarse de la fuente. Un joven del oeste fue en su búsqueda y se encontró con una joven del este que se había extraviado. Se enamoraron el uno del otro y huyeron al bosque. Al ser de familias opuestas, no pudieron regresar juntos y acabaron en el valle del Crouen, provocando la ira de Wankwene. Enfadado, el dios orinó sobre ellos, convirtiéndolos en tortugas y cazón. Cuenta la leyenda que en el lugar donde rebotó la orina surgieron dos fuentes termales... Pero no dejes que eso te desanime, ya que el lugar es muy agradable. Los manantiales sulfurosos y alcalinos fluyen 250 m³ al día a una temperatura de entre 40 y 44°C. Son eficaces contra el asma, las dolencias bronquiales y el reumatismo, pero no hay que ser demasiado sensible al olor del azufre.

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