CASA MSIKA

En Manica, puedes quedarte en la Casa. El establecimiento tiene una pequeña piscina. Es mejor averiguarlo antes de embarcarse a ciegas, a menos que esté motorizado: el desvío es mínimo y la vista de esta antecámara del lago puede valer un picnic improvisado o un pequeño momento de relajación. Aquí, ocho casas de campo bordean el lago, pero también hay doce habitaciones dobles, cada una con baño y mosquiteros. El restaurante ofrece principalmente pescado del lago. Ten cuidado, el lugar a veces está cerrado.