COSTA DO SOL

Enclavado en la bahía de la Costa do Sol, el gran edificio de dos plantas y su amplia terraza son desde hace años uno de los restaurantes de visita obligada de la capital. No tiene pérdida Aislado del resto de la ciudad, es un remanso de paz durante el día frente a la playa, aunque no tanto los fines de semana, cuando la música anima el lugar. La comida es buena. De hecho, nunca está vacío: es un cartel que no engaña. Desde chorizo a la plancha hasta la pesca del día, calamares o gambas a la plancha, la comida es excelente y la carta variada.