GALERIA BORBONICA
Galería fundada en caso de invasión de Nápoles, con visitas guiadas ofrecidas para descubrir su historia.
Para recorrer la historia de este laberinto subterráneo, hay que remontarse al pasado de la ciudad, más concretamente a 1853, cuando Fernando II de Borbón ordenó al arquitecto Errico Alvino excavar un viaducto subterráneo para conectar el Palacio Real con la plaza Vittoria atravesando el monte Echia: la galería debía representar una vía fácil y rápida para el ejército en caso de invasión de la ciudad. Después de tres años de trabajo, se inauguró con gran pompa y circunstancia, pero la unificación italiana y las dificultades económicas interrumpieron los planes de puesta en servicio. Durante la Segunda Guerra Mundial, la galería sirvió de refugio y de refugio antiaéreo para miles de napolitanos. Al final del conflicto y hasta los años 70, sus espacios subterráneos se utilizaron como vertedero. Se encontraron muchos objetos: coches viejos, estatuas fascistas, así como grabados en las paredes y documentos que datan de los años 70. Durante mucho tiempo, estos lugares han permanecido inexplorados, y no fue hasta 2005 cuando los geólogos volvieron a interesarse por el yacimiento y descubrieron nuevas partes del mismo. Tras las obras de ampliación y las medidas de seguridad llevadas a cabo por voluntarios, sin ninguna contribución pública, los túneles se pueden visitar gracias a la acción de una asociación cultural, y se organizan visitas guiadas durante el fin de semana (sólo en italiano e inglés). El descenso a este mundo subterráneo es fascinante y fascinará a grandes y pequeños.