CHIESA DEI SANTI SEVERINO E SOSSIO

Este complejo religioso monumental que comprende la iglesia y el convento organizado en torno a varios claustros fue fundado en el siglo X por los benedictinos. Se reconstruyó por completo en 1490, y la iglesia se siguió reconstruyendo hasta el siglo XVIII, cuando se construyó la fachada actual. En el interior, la nave única está cubierta por una bóveda enteramente decorada con frescos de Francesco De Mura que ilustran escenas de la vida de San Benito (1740). El pavimento original está formado por las numerosas lápidas de la nobleza napolitana. En las capillas laterales hay varios cuadros de Marco Pino (siglo XVI), pintor de origen sienés inspirado en el arte de Miguel Ángel y Rafael, que fue uno de los mayores representantes del estilo manierista en Nápoles. En el coro, la sillería del siglo XVI está recubierta de una marquetería muy fina, que sirvió de modelo para otras iglesias. El convento es ahora la sede del Archivio di Stato. Los dos claustros renacentistas (chiostro dei Marmi y chiostro del Platano) lamentablemente sólo son visibles dos sábados al mes durante las visitas guiadas que organiza el Touring Club. El claustro de Platano (el plátano que se dice que plantó allí San Benito, cuyas hojas tenían el poder de curar las heridas) está decorado con un magnífico ciclo de frescos que representan escenas de la vida de San Benito, pintados en el siglo XVI por Antonio Solario, conocido como el Zingaro (el gitano).