LA IGLESIA DEL GESTO NUEVO
Iglesia con fachada renacentista de bloques de piperno, el interior en estilo barroco con naves
La iglesia fue erigida en el siglo XVI por los jesuitas en lugar del Palacio Sanseverino, del que conserva la curiosa fachada renacentista hecha con bloques de piperno (una piedra volcánica) tallados en punta de diamante. Entre los siglos XVII y XIX el edificio fue objeto de importantes obras tras un incendio y un terremoto que provocaron el derrumbe de la cúpula original. Tiene un majestuoso interior de estilo barroco, en forma de cruz griega, con tres naves flanqueadas por capillas laterales. Los mármoles policromados, los estucos y las pinturas preciosas compiten entre sí en brillantez: en efecto, los más grandes escultores, pintores y marmolistas activos en Nápoles desde el siglo XVII hasta el XIX dejaron aquí obras para la gloria de Dios y de los jesuitas. En la contrafachada, un gran fresco de Francesco Solimena ilustra el episodio de Heliodoro expulsado del templo (un tema representado dos siglos antes por Rafael en las Cámaras Vaticanas de Roma). Esculturas de Cosimo Fanzago y pinturas de Luca Giordano y Jusepe de Ribera que representan escenas de la vida de San Francisco Javier (misionero jesuita) y San Ignacio de Loyola (fundador de la Compañía de Jesús). El presbiterio es grandioso, con una balaustrada de alabastro y una bóveda decorada con hermosos frescos del siglo XVII. También se puede contemplar el magnífico altar mayor (siglo XIX). En la parte posterior, a la izquierda de la iglesia, se observan las dos lipanotecas, armarios de reliquias que contienen cada una 35 bustos de santos tallados en madera.