CHIESA DI SAN GIOVANNI A CARBONARA
Es una de las iglesias más bellas de Nápoles. Alberga un mausoleo tallado de 18 metros de altura y hermosos frescos.
Es sin duda una de las iglesias más bellas de Nápoles, construida alrededor de 1344 pero restaurada en 1418 por el rey Ladislao de Durazzo que quiso convertirla en el panteón de los últimos gobernantes angevinos. Conserva obras pintadas y esculpidas de los siglos XV y XVI y puede considerarse uno de los edificios renacentistas más importantes de la ciudad de Nápoles. Se accede a ella por una doble escalera de gran belleza, en forma de pinzas, diseñada por Sanfelice (hacia 1707), y se accede al edificio a través de un portal en el lado derecho. La iglesia es de planta de cruz latina y de una sola nave, a la que se han añadido varias capillas. Frente a la entrada, la capilla de Miroballo (mediados del siglo XV) está formada por un gran altar de mármol tallado por varios artistas lombardos, entre ellos Tommaso Malvito, que también trabajó en la cripta de San Gennaro en el Duomo de Nápoles. En el extremo izquierdo, la Cappella di Somma, que data de la segunda mitad del siglo XVI, se apoyaba en la primitiva fachada de la iglesia, privando al edificio de su tradicional entrada al final de la nave. El monumento principal de la iglesia, que ocupa todo el ábside, es el mausoleo de Ladislao de Durazzo, hijo de Carlos III, rey de Nápoles de 1386 a 1414. Realizado en 1428 por varios artistas anónimos, tiene 18 metros de altura. Está decorado con cuatro grandes figuras alegóricas (las Virtudes), que sostienen el segundo nivel donde aparecen entronizados Ladislao y su esposa Giovanna, acompañados de otras Virtudes. En el nicho superior, en el sarcófago, se encuentra la estatua del rey mentiroso, bendecida por un obispo y dos diáconos. En la parte superior se encuentra la estatua ecuestre de Ladislao blandiendo su espada. Pasando por debajo del mausoleo, se llega a la capilla octogonal de Caracciolo del Sole, que está cubierta por una cúpula. Patrocinada en 1427 por Sergianni Caracciolo, conserva su mausoleo de mármol, atribuido a Andrea da Firenze. Destacan los frescos de la primera mitad del siglo XV que decoran toda la muralla: representan la vida de la Virgen y escenas de la vida eremítica con un divertido carácter descriptivo. El pavimento original de mayólica es del siglo XV. En el ábside, a la izquierda, la Capilla Caracciolo di Vico (1499-1516) es de planta circular y su arquitectura se atribuye a Tommaso Malvito o a un maestro influenciado por Bramante, un importante arquitecto renacentista de Roma.