MAUSOLEO DE LENIN
Es posible que haya visto algunas estatuas de Lenin en sus primeros pasos en Moscú? Pues bien, tendrá la oportunidad de ver que el hombre es más pequeño que el tamaño natural. Sobre todo porque el famoso intelectual, revolucionario y líder, que ya no era muy alto en vida (1,65 m), fue encogido durante su momificación. Por ello, el resultado no es tan impresionante y a menudo se siente una vaga impresión de decepción al final de este agónico viaje que constituye la visita del mausoleo. Aun así, recomendamos esta peregrinación, aunque no sea de rigor desde finales de los años ochenta, ya que es cautivador tener acceso a este pedazo de la historia del mundo, conservado tras un siglo de mórbida fascinación.
El propio mausoleo tiene su historia : data de 1929 y se construyó después de que casi 500.000 ciudadanos soviéticos se apresuraran a presentar sus respetos a los restos del (no tan) gran hombre, una semana después de que comenzara su exposición al público en general en una estructura temporal. Lenin tuvo que compartir su lugar durante ocho años con un hombre aún más pequeño (1,62 m), Stalin, antes de que fuera retirado durante la desestalinización y reubicado en los muros del Kremlin. Desde entonces, Lenin vuelve a estar solo mientras pasan nostálgicos, fanáticos y burlones. Hoy en día, se discute cada vez más la posibilidad de pagarle un último viaje a San Petersburgo en el panteón familiar: una solución solicitada por muchos, pero nunca votada.