MONESTIR DE SANT FELIU DE GUÍXOLS
Un gran edificio barroco que alberga el Museo de Historia, que permite seguir la historia de Sant Feliu de Guíxols
Los orígenes del conjunto arquitectónico fortificado del monasterio de Sant Feliu de Guíxols se remontan al siglo X, cuando se construyó sobre estructuras anteriores de época romana, pero el complejo actual cuenta con diferentes fases constructivas que se remontan al siglo XVIII. De este modo, se puede apreciar una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos: románico (y prerrománico), gótico y barroco. Desde el principio, este monasterio benedictino fue uno de los más importantes y poderosos de su época. El monasterio tenía una importancia estratégica, ya que incluía una muralla, una de las puertas de entrada al recinto monástico, el Arco de Sant Benet, una serie de torres defensivas, un parapeto, almenas y matacanes. También se conservan dos torres utilizadas para avisar de ataques enemigos desde el mar: la Torre del Fum (siglo X ), donde se encuentran los cimientos de un mausoleo tardorromano con funciones funerarias, y la Torre del Horn (siglos X-XI) con su singular fachada de la "Porta Ferrada", uno de los símbolos identificativos de la ciudad, formada por tres arcos de herradura sostenidos por cuatro columnas cilíndricas. En la primera planta encontrará las exposiciones permanentes: "El Monasterio y la Villa" y "Guíxols: Herramientas y Creencias". Un recorrido histórico por los orígenes, el desarrollo y las reformas del monasterio, así como una exposición de hallazgos arqueológicos del poblado ibérico de la colina de Guíxols.
Il devint dépendant de l'abbaye de Lagrasse, ainsi que de celle de Sant Pere de Galligants, lorsque Ramon Berenguer III le céda à son frère Berengar de Narbonne en 1117, ce qui donna lieu à de graves affrontements jusqu'à ce qu'il redevienne indépendant.
Les abbés accordèrent de grands privilèges pour favoriser l'arrivée de nouveaux habitants entre 1181 et 1203. Une demande est également adressée au roi Pierre Ier pour la construction d'une fortification. Le monastère fournit 179 hommes pour la conquête de l'île de Majorque. Ses possessions s'étendirent progressivement et, pour éviter les prêtres provisoires, il rejoignit le monastère de San Benet el Real à Valladolid, jusqu'en 1835, date à laquelle il devint la paroisse de la ville en raison de la désaffectation du gouvernement de Mendizábal.
Après divers contacts entre les institutions locales, le ministère espagnol de la Culture et la baronne Carmen Cervera, il a été annoncé en 2008 qu'une partie du monastère serait utilisée pour abriter l'une des diverses collections de la collection Carmen Thyssen-Bornemisza, en particulier les collections d'art catalan des XIXe et XXe siècles.