BATTISTERO SAN GIOVANNI

Ideal para iniciar la ineludible visita de la Plaza de los Milagros, el imponente baptisterio de Pisa, dedicado a San Juan Bautista, está situado en el lado oeste de la catedral. Es el mayor baptisterio de Italia, con una circunferencia de 107,25 metros y una altura de casi 55 metros. Su construcción comenzó en 1152 bajo el impulso de un talentoso arquitecto llamado Diotisalvi, 90 años después de la construcción de la catedral. La obra no se terminó hasta más de dos siglos después, en 1363. Su sólida forma, de planta perfectamente circular, y su refinada decoración en mármol, que combina el estilo románico-palestino y el gótico en las plantas superiores, son impresionantes. La garra del diablo está presente allí para recordarnos el paso de la luz a las tinieblas.

Cubierta de tejas rojas, la cúpula es curiosa y se asemeja a la de la iglesia de los templarios de Pisa. En el momento de su construcción, el baptisterio no estaba equipado con techo. El agua de lluvia llenaba así la pila bautismal. El desbordamiento fluía sobre el piso, que fue diseñado para ser inclinado para este propósito. Sin embargo, para la seguridad de los recién nacidos que fueron bautizados (incluso hubo ahogamientos...), los arquitectos decidieron construir una cúpula cónica para corregir la situación. La estatua de bronce que corona la cúpula representa a San Juan Bautista y se atribuye a Turino di Sano (1382-1427).

El interior, sorprendentemente sobrio, tiene doce columnas y, sobre todo, el bello púlpito de Nicola Pisano (1220-1284), una importante obra de arte religioso que simboliza los primeros tiempos del gótico italiano. De forma octogonal, fue construido en 1260 y sorprende por su ubicación. Desprendida de las paredes, busca ocupar el espacio. Debe leerse de abajo hacia arriba siguiendo la dirección de los tres leones que giran juntos. Una evocación de la juventud, que termina en la muerte en la cima, dominada por el águila, que atestigua el estrecho vínculo entre la religión y el mundo político. También es posible ver el altar, esculpido por Guglielmo en el siglo XII.

En la segunda planta, inspirada en el Baptisterio de Florencia, la decoración gótica, compuesta por un elegante arco sobre el que se superponen frontones y pináculos, decorados con esculturas, se atribuye a Nicola y Giovanni Pisano, y data del siglo XIII.

Un guardián hace que la notable acústica del edificio, probablemente relacionada con el mármol que repele las ondas sonoras en lugar de absorberlas, sea apreciada aproximadamente cada cuarto de hora en verano y cada media hora en invierno. No te lo puedes perder!