BASÍLICA DE SAN PROSPERO

Se trata del edificio religioso más hermoso de Reggio Emilia. Construido en el siglo XVI, el atrio está custodiado por seis imponentes leones de mármol rosa de Verona. La basílica está flanqueada por un curioso campanario octogonal, cuyo diseño se dice que fue revisado por Giulio Romano, un brillante alumno de Rafael. En el interior, el coro y el ábside están decorados con un ciclo de frescos de Procaccini (finales del siglo XVI): se dice que su Juicio Final está inspirado en el de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. También hay que destacar la sillería de marquetería del coro, obra de los maestros cremoneses.