Guía de viaje Cividale Del Friuli

Alboino, rey de los lombardos, llegó en 568 con su ejército a las fronteras de Italia y eligió el pequeño municipio romano de Cividale como capital de su reino. Los restos lombardos que allí se conservan son de gran interés. En 737, el patriarca de Aquilea, Calixto, se instaló en Cividale. Desde entonces, el primer domingo de enero se celebra en el Duomo la tradicional messa dello spadone: el oficiante, con un casco emplumado en la cabeza, bendice a la congregación de fieles, con una espada desenvainada en la mano derecha y un misal sagrado en la izquierda. Desde 2011, Cividale está inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con otros seis lugares de la península itálica, bajo el epígrafe: "Los lombardos en Italia. Lugares de poder (568-774 d.C.)". El municipio compró el antiguo monasterio benedictino milenario, que se había convertido en monasterio ursulino, pero que había sido abandonado en la década de 1990 por las cuatro últimas monjas presentes en el lugar. La ciudad ha emprendido un importante proyecto de restauración y acondicionamiento del complejo. Ya se pueden admirar algunas de las piezas, incluido un altar que ha sido increíblemente iluminado. Esta pequeña ciudad, tranquila y preservada, apuesta por el turismo tras la clasificación de la Unesco y debería hacerlo bien gracias al atractivo de su patrimonio, pero también de cierta autenticidad y a la seducción de tradiciones persistentes. Cividale sigue ocupando una posición estratégica, entre dos ríos y a 6 km de la frontera con Eslovenia. También acoge en julio la manifestación cultural anual Mittelfest, un festival de música, danza, cine y teatro de calle en el que participan famosos artistas centroeuropeos.