Los más bellos edificios religiosos Estocolmo

Riddarholmskyrkan (iglesia de los Caballeros) es la única iglesia medieval que se conserva en Estocolmo. Alberga las tumbas de los reyes de Suecia. Aquí están enterrados Gustavo II Adolfo, Carlos XII, Carlos XIV Juan, Gustavo V y sus esposas. También se exponen las armas de los caballeros de la Real Orden del Serafín, que cubren parte de las paredes del edificio. La iglesia, originalmente un monasterio franciscano, fue construida en 1280. Su campanario domina la isla de Riddarholmen.

La fachada, en forma de cruz griega, recuerda a los templos antiguos. Inaugurada en 1906, la iglesia tiene un interior tranquilo y espacioso. La cúpula, decorada con un fresco que representa la transfiguración de Cristo, proporciona un vasto haz de luz. Los cuatro evangelistas están representados en la intersección de los transeptos. El altar, el mayor altar barroco de Suecia, se creó originalmente para la catedral de Upsalla, aunque finalmente se instaló aquí tras una larga estancia en el Museo Nórdico de Skansen.

Construida en el emplazamiento del antiguo convento de Santa Clara, fundado en 1280, la iglesia actual data de los siglos XVIII y XIX. Este hermoso edificio de ladrillo rojo, situado en pleno centro moderno, está adornado con el campanario más impresionante (y sin duda el más alto) de la ciudad. Recientemente renovado, lanza su aguja de cobre hacia el cielo y contiene el carillón más grande de Estocolmo. La fachada sur está cubierta de hiedra, lo que le da un toque poético.

Iglesia construida entre 1768 y 1774, renovada varias veces hasta 1997. Merece una breve parada por su interior neoclásico con ornamentos rococó, el fresco de su cúpula y el monumento a Descartes, una escultura del artista Johan Tobias Sergel dedicada al filósofo francés fallecido en Estocolmo tras su estancia en la Corte sueca durante el reinado de la reina Cristina. En el cementerio que rodea el edificio yace el asesinado primer ministro Olof Palme.

Construida sobre un afloramiento rocoso llamado Brunkebergsåsen, la iglesia de San Juan se edificó en solo seis años y se terminó en 1890. El interior, de puro estilo neogótico, es digno de ver. El órgano y las vidrieras son magníficos, y los colores marrones y anaranjados que adornan los pilares y los arcos son lo suficientemente originales como para sorprender al visitante. El parque que rodea la iglesia es muy bonito y los habitantes de Estocolmo toman el sol aquí en verano.