PELEAS DE ZEBÚ

¿Fueron los navegantes portugueses del siglo ^XVI o los viajeros moros de España? Nadie sabe realmente quién originó esta tradición de Fujairah. Como dijo Ernest Hemingway, "el toro de lidia es al toro doméstico lo que el lobo al perro" . Fíjese en estas bestias de casi una tonelada de peso, orejas anchas, cuernos desagradables y gordas jorobas llenas de calorías, que los indios llaman brahmanes (el Ser Supremo del hinduismo), ¡en realidad son cebúes descendientes del Bos primigenius namadicus! Criados a base de leche, adiestrados en marcha y natación de resistencia, y mimados por Hamdan Bin Sultan o Mohammad Fares, dos grandes "manaderos" locales, entablan combates ("mnattah"), a veces con una furia estupefaciente: el principio consiste en empujar al toro contrario fuera del círculo delimitado, como a un boxeador al que echan del ring, en menos de 3 minutos. Una vez superados los 5 minutos, los toros se consideran rezagados. El ganador, al que los no iniciados y los que entienden mal el árabe gritado por un megáfono tendrán dificultades para identificar, ve aumentar su valor, y con él el orgullo y la notoriedad de su propietario. El público grita, se grita, se anima en el momento álgido del enfrentamiento y se queda petrificado de horror cuando uno de los toros finge embestir al público, principalmente a los franceses de las camisetas rojas. Si se pregunta, un supertoro puede alcanzar los 700.000 dólares australianos y suele proceder de un criadero especializado de Holanda o Austria.