CATEDRAL (DOMKIRKE)

Construida entre 1117 y 1225 en el emplazamiento de anteriores iglesias de madera sucesivamente destruidas por el fuego, se amplió con un campanario utilizado como torre de vigilancia para evitar inundaciones (hoy es un mirador ideal). Muestra una atractiva mezcla de estilos, entre románico y gótico, y de materiales: ladrillos de Jutlandia, piedra parda y toba gris de Renania. Se considera la primera iglesia cristiana de Dinamarca, construida por Ansgar, un monje misionero de Hamburgo. Una estatua en su honor recibe al visitante en la entrada principal. Es uno de los edificios románicos más bellos del país.

En el exterior, el tímpano del portal, de finales del siglo XII, representa el Descendimiento de la Cruz. En el frontón triangular situado justo encima, un bajorrelieve representa el Juicio Final. La puerta se conoce como la «puerta de la cabeza de gato» por los dos leones esculpidos en la base de las dos columnas que la flanquean.

La decoración interior es sutil y colorista. La piedra ámbar cambia bajo el efecto del sol: el color beis adquiere un cálido tono caramelo rosado. Durante las obras de restauración, se redescubrieron frescos medievales anteriores a la destrucción causada por la Reforma. Adornan los dos primeros pilares de la derecha al entrar (la Virgen con el Niño, los apóstoles Andrés y Bartolomé) y el crucero norte (san Jorge y el dragón). Las bóvedas y los arcos de las tribunas recuerdan a los de la mezquita de Córdoba, con la alternancia de claves rojas y blancas.

La decoración del ábside fue realizada entre 1982 y 1987 por Carl Henning Pedersen (1913-2007), importante artista del movimiento CoBrA. El conjunto incluye los frescos de la bóveda de cañón, los mosaicos de las arcadas tras el altar y las vidrieras de las ventanas del coro. Aunque el proyecto suscitó cierta controversia en su momento, su perfecta integración en el edificio es hoy universalmente aclamada. Detrás del púlpito se puede ver el nivel alcanzado por el agua en la inundación de 1634, marcado con una línea. Se pueden ver tallas en cada fila de bancos de madera.

No se pierda la tumba del rey Cristóbal I, fallecido en 1259, situada cerca del altar y realizada en mármol negro de Bélgica y piedra del Rin. Se conservan otras lápidas, como la de Iver Munk, último obispo católico de la diócesis de Ribe. En el transepto sur se alza la capilla de piedra arenisca y maderas preciosas del almirante Albert Skeel.

Por último, suba a lo alto del campanario para obtener una mejor vista del antiguo pueblo en medio de los pastos. Pero ¡agárrese cuando sople el viento!