PLAZA DEL AYUNTAMIENTO (RÅDHUSPLADSEN)
Una amplia plaza salpicada de monumentos: la estatua de Hans Christian Andersen, la fuente del Dragón y los Lurblæseren.
Es inevitable pasar por la plaza del Ayuntamiento. Este vasto rectángulo, delimitado por el bulevar Andersen y Vester Volgade, es la puerta de entrada al centro peatonal de la ciudad y sirve de enlace con Tivoli y los antiguos suburbios de Copenhague. Construida en el emplazamiento de la Puerta Oeste de las antiguas murallas de la ciudad, está ocupada en uno de sus lados por el ayuntamiento, al que debe su nombre. En el lado del centro histórico destaca el alto campanario del Hotel Palace (en el número 27), con su balcón en forma de proa de barco vikingo sobre la entrada principal. Construido en 1907 por Anton Rosen, es un buen ejemplo de la arquitectura Jugendstil (Modernismo) de la capital.
Varios monumentos salpican la plaza: en la esquina de Rådhus y el bulevar Andersen se encuentra la estatua de Hans Christian Andersen, que data de 1961. Con sombrero de copa, contempla imperturbable el bullicio de la plaza. No muy lejos se encuentra la fuente del Dragón, diseñada en 1908 por el escultor Joakim Skovgaard y el arquitecto Thorvald Bindesbøll, que representa a un toro luchando contra un dragón. No se terminó hasta 1923 y se instaló aquí a pesar de estar destinada a Amagertorv. Hacia Vester Voldgade verá dos trompeteros de bronce encaramados a una columna: los Lurblæseren, ejecutados en 1914.
En medio del espacio, un edificio de cristal alberga la estación central de Movia, la compañía de autobuses de la capital. Por la noche, los letreros luminosos que salpican las fachadas de los edificios circundantes dan a la zona un aire neoyorquino.