LA COLMENA (BRUMLEBY)
Un barrio celosamente guardado donde descubrir casas bajas pintadas del amarillo tan característico de Copenhague.
Este es uno de esos encantadores rincones que Copenhague guarda en secreto. La colmena nació de una operación filantrópica tras la epidemia de cólera que diezmó a casi 5000 habitantes de la ciudad en 1853. El doctor Emil Horneman atribuyó el contagio de la epidemia al aire viciado del centro de la ciudad, y decidió construir este pequeño barrio en lo que entonces eran prados y pastos. Este proyecto utópico fue el prototipo de vivienda para las clases trabajadoras. Para diseñar la urbanización, Horneman recurrió a Michael Gottlieb Bindesbøll (1800-1856), el arquitecto que acababa de diseñar el Museo Thorvaldsen.
En 1856 se construyeron 240 casas, a las que se añadieron otras 300 entre 1866 y 1872 según los planos de otro arquitecto, Vilhelm Klein. Este pueblo modelo, de planta trapezoidal, incluía no solo viviendas sino también numerosas instalaciones comunitarias (guardería, sala de reuniones, tienda cooperativa).
Hoy, este recinto cerrado, con sus calles adoquinadas que lo dividen en manzanas, ha perdido parte de su finalidad social original y se ha convertido en una cotizada zona residencial... Brumleby ha sido cuidadosamente restaurado y preservado de los promotores inmobiliarios, ofreciendo una encantadora colección de casas bajas pintadas del amarillo tan característico de Copenhague, cada una con un pequeño jardín. Un pequeño paraíso, libre de tráfico, a tan solo unos pocos metros del principal estadio de la capital.