FLUGHAFEN TEMPELHOF (ANTIGUO AEROPUERTO DE TEMPELHOF)
Un aeródromo que aún guarda secretos de la historia de Berlín, con sus refugios antiaéreos y fascinantes búnkeres.
El antiguo aeropuerto de Tempelhof y sus edificios en desuso alimentan las más extravagantes leyendas urbanas. Por ejemplo, se dice que tiene diez pisos subterráneos, pasillos secretos que llevan directamente al Reichstag y una estación de tren subterráneo. Aunque la mayoría de estos rumores son falsos, el aeródromo es un fascinante lugar de la memoria que todavía guarda muchos secretos de la historia de Berlín hasta el día de hoy.
Inaugurada en 1923 como una diminuta terminal aérea para satisfacer a una clientela cosmopolita, adinerada y bohemia (los jet-set del pasado) que se apresuraba a Berlín para disfrutar de las mil atracciones de la capital alemana -jazz, cine, música clásica-, despertó rápidamente la lujuria de Hitler. Este último lo transformó en un aeropuerto digno de su nombre, en línea con su proyecto urbano megalómano, Germania.
En 1941, el nuevo aeropuerto, diseñado por Ernst Sagebiel, abrió sus puertas. Incluso hoy en día, es el tercer edificio más grande del mundo en términos de superficie. Hitler usó los hangares para encerrar a los trabajadores forzados, que montaban aviones de combate para el Tercer Ejército del Reich 16 horas al día. Después de la guerra, los aliados se apoderaron de ella y los americanos montaron una guardería, una escuela y mesas de ping-pong para los soldados y sus familias. Una visita a los refugios y búnkeres es emocionante y te ayuda a entender por qué este lugar mítico es una fantasía.