LE FOURNIL

Por un lado, la panadería-pastelería donde se pueden encontrar curiosidades como el pan de cerveza en medio de las tradicionales baguettes o los croissants de mantequilla. Por otro lado, el restaurante y su gran terraza sombreada, con brunch, tartines (grandes rebanadas de pan sobre las que se colocan todo tipo de ingredientes), sándwiches, quiche lorraine, tablas... prometen frescura y calidad junto a platos tradicionales con acento a veces francés (se ofrece un confit de pato, por ejemplo) muy bien preparados. Una cadena popular, muy apreciada.