JARDÍN LODI
Jardín para un paseo bucólico e histórico con palmeras, tumbas de la época de los sultanes Sayyadi y Lodhi en el lugar.
Lodhi Garden ofrece a los delhiitas lo que Central Park a los neoyorquinos: un soplo de aire fresco. Desde primera hora de la mañana, los habitantes de la ciudad acuden aquí a tomar el aire practicando yoga, haciendo footing, paseando o haciendo algo de ejercicio. Los estudiantes suelen reunirse aquí durante el día. Relajarse un rato bajo un árbol, escuchando el canto de los pájaros, es un placer que no hay que perderse y, sobre todo, un momento especial en esta agitada ciudad. Los vendedores ambulantes venden aperitivos y bebidas. Lodhi Garden tiene dos entradas. Pero no venga un domingo, ya que la multitud le dificultará encontrar un banco libre o un sitio bajo una palmera.
El bucólico paseo es también histórico, ya que el parque alberga varias reliquias, sobre todo las tumbas que datan de la época de los sultanes Sayyadi y Lodhi. Estas tumbas de los últimos sultanes de Delhi ( siglo XV y principios del XVI ) son relativamente decepcionantes comparadas con la delicadeza de las de la época mogol, pero aun así ofrecen la oportunidad de tomar unas fotos preciosas. La tumba de Mohammed Shah se construyó en 1450 y su galería se inspira en la arquitectura hindú. El Bara Gumbad (gran mausoleo), construido en 1494 para un dignatario de la corte, se enriquece con una pequeña mezquita y una sala para los fieles. En el extremo del jardín, la tumba de Sikander Lodhi (1517) está rodeada por un muro almenado. Cerca de los jardines se encuentra el magnífico mausoleo de Safdarjung.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre JARDÍN LODI
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Ce parc relativement grand permet de se retrouver au calme, de s'isoler loin du tumulte de la ville. Il est bien aménagé, avec des bancs et même une piste de jogging.
A ne surtout pas manquer : des oiseaux extraordinaires (les chercher tranquillement, ça en vaut la peine). A l'entrée, un panneau permet de les identifier