LAGO OUNIANGA SERIR

Este pequeño lago se diferencia de su hermano mayor en que sus orillas están cubiertas de juncos y dominadas por picos escarpados que brillan en el agua. Sus aguas también son saladas. El pueblecito, en la ladera de la orilla sur, parece aún más desolado y fantasmal que su homólogo... Sin mercado, sin gasolina, nada más que unas cuantas tiendas y cabañas de piedra, la mayoría abandonadas... Sin embargo, si uno se detiene un rato, pronto se verá inundado por un ejército de pequeños vendedores de sílex (hay un montón en la región), puntas de flecha y arpones, y artesanía. Con la reciente afluencia de turistas, los precios han subido y todos los artículos se venden a 5.000 francos CFA... ¡Entonces te toca hablar a ti! Conviene saber que los bolígrafos son una excelente moneda de cambio en la zona, y que es fácil cambiar uno por dos o tres pedernales... También te venderán esos magníficos zapatos de tacón rosa o verde, ¡que parecen estar de moda en Ounianga!

Desde Ounianga Kébir, hay que dejar la mezquita a la derecha (mientras que el camino hacia Faya sale de la mezquita por la izquierda), seguir el lago hacia el sur y subir hacia el pueblo del acantilado. Se pasa este pueblo por la derecha (oeste) para tomar la pista (la única) que se dirige hacia el sureste. Otro pequeño lago con hermosos reflejos esmeralda llama la atención a la izquierda. Ounianga Sérir está a 56 km de buena pista de Ounianga Kébir.