Los mejores bares lounge Mascate

Situado en lo alto, el Cliff Deck Café ofrece una vista impresionante de la bahía de Mascate. Inicialmente, este espacio se diseñó para promocionar el proyecto residencial construido justo debajo, de ahí la enorme maqueta del vestíbulo. No obstante, el lugar es excepcional, y la gente también viene aquí para tomar una copa con vistas. Desde la terraza, mientras se sacia la sed con un zumo fresco, una cerveza o una copa de vino acompañados de mezzés, se pueden contemplar las montañas que se precipitan abruptamente en el mar Arábigo. Veladas musicales los fines de semana.

Bajo los arcos de estilo oriental y los techos de madera, en la elegancia de un vestíbulo con suaves tonos naturales, se abre Tarini, un salón de lujo con vistas panorámicas a la bahía de Bandar Jissah. Si quiere disfrutar de comidas rápidas o de repostería en cualquier momento del día, venga preferentemente a tomar elAfternoon Tea y sus delicias dulces y saladas (scones, macarrones, fondue de chocolate, sándwiches de salmón, etc.) para acompañarlas con un té o un café. ¡Un momento de descanso oriental entre la élite omaní que ama el lugar! Terraza.

Situado en la planta baja del hotel Radisson Blu, es uno de los pocos bares y fumaderos de puros de la capital. Con sus techos artesonados, elegantes lámparas de araña y paneles de madera oscura, el ambiente cálido y discreto se presta a conversaciones en voz baja entre personas de buen gusto. La carta ofrece una selección de tabacos de calidad y una selección de bebidas de alta gama: whiskies, rones, vinos... En un estilo más relajado, el O'Malley Irish Pub, situado al lado, es el lugar perfecto para terminar o continuar la velada en un ambiente anglosajón de convivencia.

Menos impresionante que el atrio del hotel Ritz Al Bustan, pero más céntrico y también muy oriental, el vestíbulo del hotel Grand Hyatt es un lugar chic, tranquilo y afelpado donde, en el exótico ballet de hombres con dishdashas, se puede venir a tomar un high tea inglés con scones y delicias saladas. Principalmente frecuentado por omaníes, el lugar, todo dorado, colgado de vidrieras y arabescos, tiene un verdadero poder de desorientación y uno se siente invitado en una gran residencia árabe. También hay un menú de aperitivos para los que tienen un apetito dulce o salado.