BASÍLICA NOSSA SENHORA ROSÁRIO DE FÁTIMA

El lugar no fue elegido al azar: es el sitio donde, el 13 de mayo de 1917, tres jóvenes pastores, ocupados en la construcción de un pequeño muro, fueron sorprendidos por un rayo. Su violencia los asustó tanto que reunieron a su rebaño y buscaron refugio. El arquitecto holandés Gerard Van Kriechen fue el responsable de la construcción de esta inmensa basílica, que tardó más de 26 años en edificarse (de 1928 a 1953) y de cuyas obras se encargó posteriormente João Antunes. No fue hasta el final de la construcción cuando el Papa Pío XII concedió oficialmente el título de "Basílica", en noviembre de 1954.

Este gigantesco edificio neobarroco de más de 70 metros de largo y 37 de ancho cuenta con 15 altares de mármol dedicados a los 15 misterios del rosario y una torre central de 65 metros de altura coronada por una corona de bronce de 7 toneladas. La cruz luminosa instalada en la torre ilumina el inmenso recinto y es visible desde gran distancia al anochecer. El carillón consta de 65 campanas, la mayor de las cuales pesa 3 toneladas. El reloj es obra de Bento Rodrigues y los ángeles de la fachada fueron tallados en mármol por el escultor Albano França. Finalmente, el magnífico órgano de la basílica fue construido e instalado por el organero Fratelli Rufatti en 1952. Compuestos inicialmente por cinco cuerpos separados (con un total de unos 12.000 tubos, el mayor de los cuales medía 11 metros y el más pequeño ¡9 milímetros!), se reunieron diez años más tarde, en 1962, y ahora funcionan con cinco teclados y pedaleras.

La plaza, una de las más grandes del mundo, es escenario de procesiones de antorchas cada noche (a las 21:30). Es una experiencia conmovedora que bien merece una salida nocturna.

Cada año pasan por aquí unos 6 millones de peregrinos. Aquí se visitan especialmente las tumbas de los tres pastorcillos que vieron la aparición de la Virgen María. Francisco y Jacinta murieron de gripe española a los 10 y 11 años, mientras que Lucía ingresó en el convento de Coimbra y falleció en 2005 a los 97 años. Desde 2006 está enterrada en el convento de Coimbra. Una estatua de la Virgen María, llamada "Estatua del Inmaculado Corazón de María", tallada por el Padre Thomas McGlynn según las instrucciones de Lucía, está instalada en el nicho de la fachada de la Basílica desde el 13 de junio de 1959.