CAMPAMENTO CONMEMORATIVO DE KIGALI
Fue allí donde diez paracaidistas belgas de la Misión de la ONU en Ruanda fueron masacrados el 7 de abril de 1994. Poco después del atentado contra el avión del Presidente Habyarimana, habían sido enviados al Primer Ministro designado del gobierno de transición, Agathe Uwilingyimana, que vivía en una calle cercana. Los diez paracaidistas fueron inmediatamente desarmados por los soldados del gobierno y llevados al campamento, donde fueron masacrados con rifles, machetes y granadas por una soldadesca furiosa. Sus superiores les habían hecho creer que Bélgica había planeado el ataque contra el presidente... Agathe Uwilingyimana también fue masacrada, al igual que sus hijos. Hoy en día, todo lo que queda del campo de Kigali es este edificio, perforado por los impactos, y erigido como monumento. Una exposición didáctica sobre el genocidio, creada por un equipo belga, está permanentemente visible. Frente al edificio se han erigido diez estelas en memoria de los diez paracaidistas muertos, con una undécima estela en el interior, en recuerdo de todas las víctimas. Además, una placa recuerda los nombres de los civiles belgas (maestros, esposas de tutsis, etc.) que fueron asesinados al mismo tiempo. Después del monumento al genocidio de Gisozi, este pequeño monumento (que merece una visita) es un homenaje a los diez pacificadores belgas, pero también a las innumerables víctimas ruandesas. Un lugar muy emotivo e instructivo. Deje pasar unos 30 minutos en el lugar. La entrada es gratuita, pero se aceptan donaciones y propinas para el guía de la visita.