ISLA DE LA TOJA
Un enclave aristocrático con un palacio repleto de estrellas que ofrece un recorrido para descubrir los circos enterrados tras los pinos
La pequeña isla de La Toja, conectada por un puente de la Belle Epoque, es un enclave aristocrático, con un palacio esplendoroso, un casino y un campo de golf. Perdida en la entrada del gran hotel, encontramos una preciosa capillita cubierta de vieiras. El recorrido por la península le permitirá descubrir algunos arroyos escondidos tras los pinos. Un poco más adelante, San Vicente ya está invadido por las construcciones. A los pies del pueblo, la famosa playa de la Lanzada se extiende a lo largo de varios kilómetros. En ella hay un santuario románico. El último domingo de agosto, las mujeres que quieren ser madres toman el baño de las nueve olas con la esperanza de ver sus deseos hechos realidad. Valle-Inclán habla de ello en sus Sonatas.
En Sanxenxo encontrará un frenesí nocturno animado por medio Madrid. La marcha se concentra en los pubs-discotecas de la plaza del Pazo. Desde Sanxenxo, tome la carretera N-550 hasta Samieira y luego la pequeña carretera a Meaño, para llegar al monasterio de la Armenteira, un buen ejemplo del arte románico cisterciense.