MONASTERIO DE SAMOS
El monasterio es un punto de referencia espiritual y cultural, sede de la orden benedictina, que alberga el claustro de Feijoo
Fundado en el siglo VI, el monasterio de Samos ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia. Tras un primer incendio en 1533, en el siglo XVI se convirtió en un punto de referencia espiritual y cultural, acogiendo a reyes, nobles, obispos y artistas. A principios del siglo XIX albergó la sede de la orden benedictina y sirvió como hospital de guerra durante la invasión francesa. En 1951, otro incendio obligó a una reconstrucción parcial. La mitad de los libros de su rica biblioteca fueron arrastrados por las llamas. Durante la visita, podrá admirar el claustro de Feijoo, uno de los más grandes de España, así como la espléndida fachada barroca de la iglesia.