EL CASTILLO DE ZAMORA
Castillo que protegía la ciudad en un promontorio, con vistas al Duero desde la torre del homenaje y los jardines
Declarado bien de interés cultural desde 1931, el castillo reabrió sus puertas en 2009 tras cuatro años de renovación y un rediseño total de la fortaleza y sus estructuras defensivas, así como de los jardines circundantes. Ordenado por Fernando I en el siglo XI, nunca fue un castillo palaciego, sino una fortaleza que servía para proteger la ciudad durante los ataques. Tiene una forma romboidal de la que sobresalen tres torres principales. De estructura generalmente románica, alcanzó su máximo esplendor en la Edad Media, pero sufrió importantes reformas en el siglo XVIII para adaptarla a los nuevos métodos de defensa de la época, como la artillería. Bajo la dirección de Francisco Somoza, recuperó su antiguo esplendor. En la actualidad, una serie de pasarelas de granito permiten descubrir los espacios descubiertos durante las excavaciones realizadas en los alrededores, incluidas cinco nuevas torres, y acceder a la fortaleza, dominada por la Torre del Homenaje. Al estar situado en un promontorio, el paseo también ofrece hermosas vistas del río Duero y de los barrios de Trascastillo desde el torreón. El último de estos puentes se inauguró en 2013 y se llama Puente de los Poetas, ya que la modestia de la mujer de Claudio Rodríguez, poeta nacido en Zamora, la llevó a declinar el ofrecimiento del Ayuntamiento de darle su nombre. Se puede llegar a la catedral desde los jardines.