CATEDRAL

Como la mayoría de los edificios de la ciudad, está construido en piedra rosa. Iniciada en 1144 bajo las órdenes del primer obispo de la ciudad, Bernardo de Toledo, es de estilo esencialmente gótico. Más allá de la entrada principal hay un enorme coro de mármol adornado con un altar dedicado a una representación de la Virgen ^{del siglo XIII}. Sin embargo, su principal tesoro es sin duda el sepulcro de Martín Vázquez de Arce, conocido como El Doncel ("el paje"). Al otro lado del edificio se encuentra una extraordinaria portada: plateresca en la parte inferior, mudéjar en el centro y gótica en la parte superior, una asombrosa amalgama construida en el siglo ^XVI por un arquitecto desconocido. La sacristía presenta un techo renacentista con trescientas cuatro cabezas esculpidas por Covarrubias. Por último, en una capilla con una extraña cúpula (¡mírese en el espejo!) se encuentra el cuadro L'Anunciación de El Greco. En el claustro se exponen numerosos tesoros, mientras que en el castillo se exhiben otras muchas obras maestras de iglesias y conventos vecinos, entre ellas una Virgen con el Niño de Zurbarán. Además, el público puede admirar ahora otro nuevo tesoro: 8 tapices flamencos^{del siglo XVII} recientemente restaurados a lo largo de un año por la Real Fábrica de Tapices de Madrid. De 4 m de alto por 6 m de ancho, estas alfombras de seda y lana doradas, con pigmentos naturales, representan escenas como el nacimiento de Rómulo y Remo o el rapto de las Sabinas.