Los mejores museos Budapest

La línea amarilla del metro de Budapest (1896), aún en funcionamiento, es la más antigua de Europa (Londres inauguró su propia línea en 1863). Los vagones originales están expuestos en el metro Deák, en un pasillo subterráneo bajo Deák tér, y con la ayuda de explicaciones en inglés se puede conocer la historia de este metro, que fue inaugurado por Francisco José (y que llevó su nombre en sus inicios). Un museo insólito que merece la pena visitar.

El mago Houdini, alabado por todo Hollywood, es uno de esos húngaros de origen desconocido. Aquí se hace justicia a la vida de este hombre que emigró de Budapest a los Estados Unidos siendo un niño. La visita (guiada, con salidas cada 30 minutos) comienza con un acertijo que hay que resolver y documenta las hazañas de Houdini. El recorrido termina con algunos trucos de magia bien ejecutados. El único inconveniente es que todo es turístico y el museo no tiene nada que ver con el edificio original del barrio judío donde los Weisz se convirtieron en "Houdini".

Único En 400^m2 de espacio subterráneo, Balázs Pálfi montó en 2014 un museo de pinball con más de 130 máquinas de pinball, todas en funcionamiento, montadas desde los años 20 hasta la actualidad. Algunas de las máquinas son auténticas piezas de coleccionista, procedentes de una docena de países: desde Japón hasta Francia, pasando por Estados Unidos o España, por supuesto, o desde los X Men hasta los Simpsons... En este "museo" interactivo, además de admirar la evolución del pinball, ¡se puede jugar!