DAR SEBASTIAN - CENTRO CULTURAL INTERNACIONAL

El Centro Cultural Internacional de Hammamet, conocido simplemente como «Dar Sebastian» por los tunecinos, nos ha parecido una preciosidad, en particular los maravillosos jardines y los espacios naturales que lo rodean. El centro se compone de cuatro espacios repartidos en 14 hectáreas de terreno: Dar Sebastian, los dos jardines botánicos y el teatro al aire libre.

Dar Sebastian. Esta joya arquitectónica, que hoy alberga el Centro Cultural Internacional de Hammamet, tuvo un curioso pasado: el palacio de Georges Sebastian, construido en 1927, fue requisado en 1943 por Rommel, que instaló allí su cuartel general. Tras la guerra, el adinerado rumano, que no quiso regresar a su hogar liberado, lo vendió al Estado tunecino. En 1962, el Estado lo convirtió en un centro cultural, cuyo teatro al aire libre acoge cada verano el Festival Internacional. Es una obra maestra de la arquitectura tradicional tunecina y la casa es conocida en todo el mundo como una de las villas más bonitas. En el pasado acogió a influyentes artistas e intelectuales del siglo XX, como Paul Klee, André Gide, Giacometti, Macke y otros. Churchill escribió aquí parte de sus memorias. Dentro de la casa, encontrará hermosos muebles de los años treinta y un sorprendente cuarto de baño. No dude en tomar una copa junto a la piscina de mármol blanco. Cuando lo visitamos, en un momento en que no había ninguna actividad cultural, el palacio estaba, por desgracia, un poco sucio y polvoriento. Sin embargo, nos recibieron con mucha amabilidad.

Los jardines botánicos. Los jardines y espacios verdes de este centro cultural son un verdadero remanso de paz y verdor, lejos del bullicio de Hammamet. Las vistas del mar detrás del palacio Dar Sebastian son magníficas: dé un paseo y piérdase entre los cactus y las inmensas palmeras. Creado en 1932 por Sebastian, el jardín cuenta con más de treinta especies vegetales, entre las que se encuentran diversas plantas tropicales que se aclimatan bastante bien a la costa mediterránea. Una delicia para la vista y el olfato. Recientemente se ha inaugurado un pequeño pero bien organizado ecomuseo.

Teatro. Fue construido en el jardín botánico en 1964 por el arquitecto francés Paul Chémetov y acoge desde entonces el Festival Internacional de Hammamet. También ha sido escenario de varios coreógrafos ilustres, como Maurice Béjart y las compañías de Alvin Ailey y Alwin Nikolais.