GRAN MUSEO DE LA CAMPANA
Visita
En el patio de acceso al templo encontramos una interesante colección de campanas de todas dimensiones y de épocas diferentes, entre ellas una fecha de la dinastía de los Yuan. En el corazón de su último pabellón, el templo alberga la campana más grande de China: 6,75 m de altura, 3,3 m de diámetro y 46,5 toneladas. Esta imponente campana también se llama Yongle, el nombre del emperador Ming, que la hizo correr hace más de 600 años en memoria de los generales y soldados caídos durante su expedición al norte de China. Con la erección del templo en 1733, la campana se desplaza de la fundición: sin técnicas modernas de transporte, se cavó una trinchera a lo largo del camino, lleno de agua y, en el invierno, la campana colocada en una trinchera y arrastrada hasta el templo a lo largo del camino helado. Otra vuelta de fuerza: diecisiete textos budistas, 223.000 caracteres cubren totalmente la superficie interior y exterior de la campana y serían obra, según se dice, del famoso calígrafo Shen Du. Se trata de la doctrina de la escuela Huayuan (o escuela de Guirlanda de Flores), según la cual cualquier criatura que sea una manifestación del dharma (principio cósmico), la más mínima partícula de polvo puede contener la quintaesencia del espíritu de Buda y que, sólo la observación de las cosas que permiten alcanzar su esencia, no es por lo tanto, no es necesario recurrir a la magia como preconiza el budismo tárico. En 1986, el templo de la Grande Cloche fue transformado en museo de la Campana con más de 31 campanas del período Song (1126-1279) al final de los Qing (1644-1911). También se presenta un historial de las técnicas empleadas para la construcción de campanas. A pesar de sus 600 años, la campana Yongle no tiene rastro de óxido, y sus inscripciones son tan frescas y legibles como si se hubieran trazado recientemente. Cuando la golpea, resuena dos minutos durante el tiempo, con tal potencia que se puede oír a 20 kilómetros a la redonda. Intriga a historiadores, arqueólogos y científicos, expertos en acústica dinámica y metalúrgica, y recientemente el instituto de acústica de la Academia de Ciencias de China ha llevado a cabo investigaciones tras las cuales parece que su mayor frecuencia era de 860 hertz y su más baja 22 hertz, gracias al informe perfectamente equilibrado de sus componentes: 80,54% de cobre, 1,12% de plomo más zinc, magnesio, hierro, etc.