MONTE ORTOBENE

Con sus 995 metros, el monte Ortobene es la mascota de Nuoro. Este trapecio de granito domina orgulloso la ciudad con sus empinadas laderas y encinares. La carretera serpentea y gira durante cinco kilómetros hasta llegar a la cima. A pocos metros de la llegada, la vista sobre el valle, Oliena y la cadena calcárea del Supramonte son espectaculares. En la meseta de la cima hay que dirigirse hacia los puestos de venta y tomar el sendero a la derecha en la última curva. Este conduce a la estatua del Redentore, que domina la ciudad de Nuoro. Desde allí, la vista de las cumbres de la Barbagia es impresionante: destacan el macizo del Gennargentu y Punta La Marmora, el punto más alto de la isla, que alcanza los 1834 metros. Se trata de una excursión imprescindible, no solo por las espléndidas vistas panorámicas que ofrece, sino también por las curiosas formas —humanas y animales— de sus rocas erráticas que se descubren al ascender hacia la cima. Es muy recomendable pasear por la pequeña meseta de la cumbre, muy animada al caer la tarde. Muchos habitantes de Nuoro acuden a pasar allí el final del día en las épocas de calor; incluso podría decirse que es el lugar más animado de la ciudad al atardecer. Además, hay una zona de juegos para niños. Se puede dar un paseo y descender hacia Nuoro por la otra vertiente (la sur), que también ofrece magníficas vistas. No hay que perderse, a unos dos kilómetros cuesta abajo a la izquierda, una sorprendente cabaña de pastores troglodita.