PARCO NAZIONALE DELL'ARCIPELAGO DI LA MADDALENA
Excepcional paraje natural formado por islas, islotes y zona marina en La Maddalena.
Con sus cincuenta hectáreas y 180 kilómetros de costa, se trata del primer parque nacional creado en Cerdeña, en 1996. El parque incluye unas sesenta islas e islotes y la zona marina que los rodea. Ya era hora, porque cada año acuden aquí una gran cantidad de turistas atraídos por las rocas de granito esculpidas por el viento, las aguas cristalinas y las pequeñas playas paradisíacas. El archipiélago es una reserva natural excepcional gracias al poco impacto humano sobre su paisaje.
Solo la isla de La Maddalena está habitada durante todo el año. El resto de las islas han permanecido vírgenes, sin construcciones, a excepción de la aldea de Stagnali, en Caprera. Su posición estratégica en esta parte del Mediterráneo ha permitido que algunas celebridades desembarcaran allí. Napoleón Bonaparte y el almirante Nelson pisaron su suelo. Giuseppe Garibaldi desembarcó en la isla de Caprera y permaneció allí hasta el año de su muerte, en 1882. Las islas de La Maddalena y Caprera, conectadas por un dique, pueden visitarse en coche. Sin embargo, es mucho mejor explorar el archipiélago en barco para disfrutar de las islas más aisladas, las aguas de color azul turquesa, los delfines juguetones y los espléndidos fondos marinos. Numerosas compañías ofrecen excursiones marítimas desde Palau, La Maddalena, Santa Teresa Gallura y todos los pequeños puertos de los alrededores. Los aficionados al buceo quedarán encantados con la excelente visibilidad y los senderos arqueológicos submarinos habilitados. El Parque Nacional de La Maddalena merece definitivamente una visita.
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Opiniones de los miembros sobre PARCO NAZIONALE DELL'ARCIPELAGO DI LA MADDALENA
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Le bateau a fait 3 haltes le long des magnifiques plages. On peut sauter dans l'eau du bateau et voir les poissons. Il y avait des dizaines d'autres bateaux , mais cela n'empêche pas d'en profiter pleinement.
Meme si c'est un peu plus cher, il vaut mieux privilégier les petits bateaux (Nous étions 12 personnes) plutot que les gros, où les gens faisaient la file pour sauter dans l'eau et n'avait pas place pendant la traversée (et ont donc du rester à l'intérieur du bateau, ce qui est dommage)