Hobart

Restaurante inaugurado en 1979, situado en uno de los edificios más antiguos del puerto. Nada más abrir la puerta, se entra en el mundo de la piratería y los viejos lobos de mar. Para llegar a las mesas, hay que apretujarse entre los botes, trozos de casco de barco, auténticos mascarones de proa, ruedas de timón, redes de pesca y todo el arsenal de la marina... Un menú a la carta muy variado, especializado en marisco, pero también en carne. Le encantarán las gambas y las ostras, antes de deleitarse con postres como la crème brûlée.

Si le apetece un buen plato de marisco y la mera idea de una ostra le hace la boca agua, no lo piense más y diríjase al Blue Eye Este restaurante, situado al final de la plaza de Salamanca, te permitirá llenarte de yodo: pulpo a la brasa, vieiras, calamares, ostras, atún, gambas... Acérquese al mar y pruebe los productos frescos de la zona Los precios son razonables y todo está absolutamente delicioso. Puede elegir entre sentarse dentro o en la terraza para disfrutar de las vistas.

Cuando uno viene a Tasmania, ¡es cierto que más vale que le guste comer marisco! Situado en la primera planta del edificio con vistas al puerto, ¡este restaurante ofrece productos frescos y sabrosos que huelen a océano! Las especialidades incluyen langostinos, ostras locales, gravlax de salmón de Tasmania, vieiras a la sartén, pescado salvaje, calamares de Tasmania... En temporada, incluso se puede probar la langosta. Los postres también son deliciosos. También hay platos vegetarianos y veganos en el menú.

¿Son dos amantes que buscan una cena con carne? Este restaurante, con un ambiente elegante pero relajado, ofrece un entorno íntimo en el que deleitarse con una carne cocinada a la perfección. La cocina se basa principalmente en productos locales de alta calidad, siendo la carne la estrella del menú, aunque también se sirve marisco. No se olvide de regarlo todo con una buena botella de vino australiano. Camareros amables y atentos. ¡Una dirección gourmet para una cita romántica exitosa!