JAMEOS DEL AGUA

Los Jameos del Agua son un yacimiento que pertenece a la misma red subterránea que la Cueva de los Verdes. Jameos suele utilizarse para referirse al derrumbe del techo de una cueva volcánica, pero aquí también se refiere a un tubo del volcán Monte Corona, formado por coladas de lava durante su erupción hace entre 3.000 y 5.000 años. En este lugar, más cercano a la costa, más abierto y menos profundo que la Cueva de los Verdes, la filtración de agua marina ha formado un pequeño lago salado en la cueva, hogar de un diminuto crustáceo que normalmente sólo se ve en el mar, a varios miles de metros de profundidad. Es fácil de ver porque es blanco, casi fosforescente, y brilla entre las monedas que se arrojan al agua azul submarina (aunque está prohibido tirar monedas al agua, de lo contrario este raro crustáceo desaparecerá).

En pleno día, una estrecha abertura en el centro del techo abovedado permite que penetren unos pocos rayos de sol que producen un efecto de singular belleza al entrar en contacto con el agua cristalina. Los Jameos del Agua fueron diseñados por César Manrique en 1966. El artista local diseñó un restaurante, una sala de conciertos con capacidad para 600 personas, un bar y una piscina, todo ello sobre un fondo natural de rocas y vegetación subtropical. La piscina azul lleva cerrada al público desde los años 80, una pena... La Casa de los Volcanes, situada fuera de la cueva, es un centro científico internacional dedicado al estudio de la vulcanología. Es un lugar fascinante para visitar.

Atención: la entrada es muy cara, ya que se trata principalmente de una zona comercial instalada en un lugar increíble, y el pequeño museo no justifica un precio tan elevado. Vaya a la Cueva de los Verdes si tiene un presupuesto ajustado, o vaya una noche de concierto (gratuito) para comer, disfrutará más y la acústica es excelente.