CATEDRAL DE SAN MARCOS (KATEDRALA SV. MARKA)

Dominando la ciudad, la catedral es el edificio más prestigioso de Korčula. Su construcción fue impulsada por dos acontecimientos clave: el establecimiento del palacio episcopal en el siglo ^XIV y la prosperidad económica propiciada por la noble mano de obra de la piedra caliza cortada en la isla. La misma piedra que se utilizó para su construcción en el siglo ^XVII. También se utilizaron fragmentos de iglesias abandonadas y casas antiguas halladas en la isla. Tenía que serlo.

Basada en una basílica románica de tres naves y un alzado gótico-renacentista, la enorme obra, en la que participaron numerosos artistas de Korčula e italianos, tardó casi un siglo en completarse. Las esculturas del portal fueron creadas por el maestro Bonino da Malino. A ambos lados de las consolas hay leones que sostienen un cordero entre sus garras y, debajo, Adán y Eva en su posición original.

El campanario, construido antes que la catedral, fue esculpido por un artista local. Ahora está abierto a los visitantes, ofreciendo una vista de 360° del casco antiguo y revelando su mecanismo. Sobre el primer piso, la esfera del reloj y, justo debajo, una pequeña bola de metal móvil, pintada de negro y dorado, indican las fases de la luna. La segunda parte del campanario fue construida por Marko Andrijić, uno de los artesanos más conocidos de la isla. En el interior de la catedral, la forma del techo recuerda el casco de un barco invertido. Detrás del copón, en la pared, cuelga un cuadro de Jacopo Tintoretto, pintado en 1550, que representa a los santos Marcos, Jerónimo y Bartolomé.

Biskupska palača. El palacio episcopal de Korčula se fundó en 1300. Sobre la base del primer edificio, más bien modesto, la residencia episcopal se fue ampliando hasta incluir las casas vecinas. Las obras más importantes tuvieron lugar bajo Franjo Manola (1643-1664). Se construyó el gran balcón con el escudo de armas y la inscripción "El obispo Franjo Manola de Split erigió San Marcos en el año de Nuestro Señor de 1654". A partir de 1868, el palacio fue abandonado, luego demolido y reconstruido. Partes del mismo (elementos del portal, ventanas, inscripciones y el gran balcón) se reutilizaron en la construcción del edificio actual, un palacio neobarroco que alberga el tesoro de la catedral, junto con una rica colección de pinturas renacentistas, manuscritos antiguos y trajes ceremoniales.