GALERÍA MEŠTROVIĆ (GALERIJA MEŠTROVIĆ)
Una enorme villa neoclásica con 200 obras y una monografía permanente de esculturas y óleos.
En Croacia, el escultor Ivan Meštrović es un monumento histórico En consonancia con su imponente obra, el país ha desarrollado cuatro lugares emblemáticos: el estudio de Zagreb, donde el maestro permaneció hasta la Segunda Guerra Mundial, la iglesia Presvetog Otkupitelja de Postav (cerca de Drniš), y Split, donde dos excepcionales espacios expositivos esperan al visitante. El primero, en el monte Marjan, es la Galerija Meštrović, en el barrio de Meje, bastante apartado pero que merece la pena visitar. Todos los autobuses a Zvončac llevan hasta allí. Esta enorme villa neoclásica fue diseñada como residencia costera para ricos. Construido en la década de 1930 según los diseños de M. Bilinic y L. Horvat, el palacio impresiona por su monumentalidad, con su gran columnata en la fachada y su hermosa apertura al parque y, más allá, al mar. Además de las viviendas, había varias salas y talleres para el trabajo del escultor, amante de las materias primas, la arcilla, la madera y la piedra. Pero el artista rara vez se quedaba allí, negándose incluso a utilizar su arte en beneficio de los ocupantes alemanes. Por ello, fue encarcelado durante varios años. Después se exilió, estableciéndose en Suiza y Estados Unidos. Finalmente, en 1952, legó su palacio al Estado yugoslavo, que lo convirtió en museo.
Hoy, la fundación, que gestiona este patrimonio de 200 obras, expone una monografía permanente de esculturas, óleos, dibujos y bocetos, que ayudan a comprender la génesis de la obra. También hay esculturas monumentales en el parque.
La galería-templo Meštrovićeve Crikvine-Kaštilac, en el número 39. La otra parte del recorrido abre las puertas de una granja del siglo XVI perteneciente a la familia De Capogrosso, que fue comprada por Meštrović. Aquí se fundó un museo de arte sacro entre 1939 y 1941, enteramente dedicado al maestro escultor. En este lugar de paz y meditación, tómese un descanso en el olivar, el jardín y el soberbio claustro. En el interior de la iglesia de la Santa Cruz, sobriamente decorada, los desnudos muros interiores lucen veintiocho relieves de madera que representan escenas de la vida de Jesús. A partir de 1916, Meštrović trabajó durante casi treinta y cinco años para completar este conjunto monumental, considerado una obra maestra de la escultura sacra europea. También hay un hermoso crucifijo sobre el altar.