Los mejores hoteles Hell-Ville – Andoany

Está limpio, bien cuidado, las comodidades son interesantes por el precio, pero el ambiente es impersonal. Sin embargo, una buena elección.

A pocos kilómetros del aeropuerto, Befefika es una tranquila aldea frente al mar que alberga uno de los establecimientos turísticos más bellos de Nosy Be.

Cerca del aeropuerto, en un entorno inmejorable, lejos de todo. Este reciente establecimiento, dirigido por Jean y Elizabeth, irradia gracia y armonía. Por todo ello, se erige como uno de los principales establecimientos de prestigio de Madagascar. Tiene vistas a la hermosa playa salvaje de Befefika, una gran lengua de arena coralina bordeada de rocas negras donde las tortugas vienen a desovar durante la temporada de lluvias. Manga Soa aglutina seis viviendas para una o dos personas más una villa para seis, todos ellos dispersos en una exuberante zona verde tropical, frente al mar. Diseñado para proporcionar privacidad y vistas desde el dormitorio, el salón y la terraza, y construido con materiales naturales, cada estancia ofrece un confort cálido e inmediato gracias a la omnipresencia de la madera y al sutil juego de niveles. Además, cuenta con una magnífica piscina desbordante, una potente vista panorámica al mar (y, a lo lejos, a las Mitsio), una pequeña zona de masajes en plena naturaleza y un gran restaurante-bar abierto a la bahía donde se puede disfrutar de una cocina de alta calidad, elaborada a base de marisco y de productos de proximidad. Servicio de habitaciones y equipo solidario y comprometido con el turismo sostenible. Fantásticas excursiones terrestres y marítimas organizadas por el propio hotel y, en ocasiones, eventos culturales.

Entrada poco atractiva, pero no dudes en: las habitaciones están muy limpias y bien mantenidas. Son preferibles las que dan a la parte trasera, aunque no siempre son las mejores. Las suites son amplias y cómodas. La mejor estructura pequeña y media del centro, a dos pasos de la discoteca local.

Un establecimiento interesante, que propone unas quince habitaciones ventiladas o climatizadas, con parqué de madera, mobiliario de palisandro, mosquiteras, cuartos de baño con agua caliente y wc separado. En algunas, televisión por satélite, caja fuerte y vistas al mar completa la panoplia. En 2015, el hotel cuenta con una piscina y un nuevo restaurante panorámico.