MEZQUITA DE IBN TOULOUN
Una gran mezquita antigua que conserva su aspecto original, con arcadas talladas con motivos florales y versículos coránicos.
Esta mezquita no sólo es una de las más antiguas del país, sino también la mayor, con 26.000m2. Construida en un terreno elevado para escapar de las crecidas del Nilo y resguardada del mundo exterior por un imponente muro de ladrillo, se le aparecerá de repente al final de una carretera quebrada, venga de donde venga. Su construcción, entre 876 y 879, marcó un hito en el desarrollo de la ciudad. Esta mezquita es la única que ha conservado su aspecto original. Una vez atravesado el doble recinto, perforado cada 20 m por macizas puertas de madera y rematado por elegantes almenas, le sorprenderá la sobriedad y sencillez de su arquitectura, así como la atmósfera de calma y tranquilidad que reina en él. El contacto con una obra de arte perfecta despierta un sentimiento de nobleza y humildad. El patio, que sigue el contorno de un cuadrado perfecto de 92 m de lado, está bordeado de pórticos de dos naves; sólo la sala de oración tiene cinco. Las arcadas están bellamente esculpidas con motivos florales y versículos coránicos. En el centro del vasto patio se alza una fuente de piedra, pulida por el uso y el tiempo, que se utilizaba para las abluciones de los creyentes. Al curioso alminar, que recuerda al de Samarra (Irak), se accede por una escalera de caracol única en Egipto. Admire el púlpito junto al mihrâb, uno de los más bellos de El Cairo. Le impresionará la espiritualidad que emana de él. Su visita le dejará una huella imborrable.