LA MEZQUITA EL-HAKIM
Esta mezquita de El-Hakim, con su inmenso patio interior, es la segunda mezquita fatimí que se construyó después de el-Azhar.
Construido entre el 990 y el 1013 por el-Aziz y su hijo el-Hakim. Es la segunda mezquita fatimí construida después de el-Azhar, según un modelo con arcadas interiores. Originalmente se llamó al-Anwar, "el brillante", un nombre relacionado con el simbolismo de la luz, que está omnipresente en la ideología chiíta. Mucho más tarde fue rebautizado como al-Hakim en honor al importante trabajo realizado en el edificio por el Califa. Los imponentes minaretes deben su base de forma trapezoidal a un refuerzo de su frágil arquitectura primitiva. Su cumbre no es fatimí sino mameluca. El Hakim quería ser el único que pudiera admirar el minarete de cerca, por lo que está rodeado por un muro y se hace inaccesible. Un despreciado fundador de la familia musulmana drusa fue honrado a su muerte, su mezquita fue relegada a funciones distintas de la oración. Su reciente restauración fue financiada por la secta Baha'i en la década de 1980. Los bahaíes, que son 10.000 en Egipto, no están reconocidos como religión por las autoridades egipcias. En 2006, aparecieron en los titulares de los medios de comunicación al obtener el derecho a que el nombre de su secta se mencione en el documento de identidad del país. Pero desde la informatización de los documentos de identidad y la nueva constitución de 2012 (que sólo reconoce las tres religiones monoteístas), los bahá'ís no tienen existencia oficial y son discriminados. Por su inmenso patio interior de blanco deslumbrante y por su rica y variada ornamentación, esta mezquita merece el desvío.