CARAVAN SERAIL

Construido en la década de 1860 por un rico mercader árabe, el caravan serail marcaba el final de un largo viaje para los esclavos capturados hasta las orillas del lago Tanganica, a casi seis meses de marcha desde aquí. El edificio, rectangular, que aún sigue en pie, era la residencia de los negreros; los esclavos se disponían alrededor de los muros antes de ser vendidos un poco más allá, en el frente marítimo, sin duda donde se halla el actual mercado de pescado. En la entrada hay un interesante museo que explica, en inglés y en suajili, las horas oscuras de la esclavitud y recuerda que un siglo después de su abolición definitiva por los ingleses en 1922, sus efectos siguen afectando a la sociedad tanzana, en la que aún hoy se hace una distinción invisible entre los descendientes de los esclavos y el resto de ciudadanos.