CASTILLO DE NARVA

Es el castillo más antiguo e imponente de Estonia. Fue construido alrededor de 1370 por los daneses, que gobernaban el noreste de Estonia en aquella época, y siguió construyéndose durante los siglos siguientes, con la notable característica de haber conservado la estructura antigua y añadido elementos de fortificación ^{del siglo XVII}. Se tarda unas 2 horas en recorrer las murallas y explorar el museo. Una serie de escaleras llevan a la cima del castillo, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de toda la ciudad, así como del castillo ruso de Ivangorod, al otro lado del río. El castillo de Narva alberga el museo de la ciudad, donde una colección de objetos y fotos describe la historia del lugar y de la ciudad desde el siglo ^XIII. Se exponen antiguas armaduras, balas de cañón y algunos restos del centro de la ciudad, que quedó completamente destruido durante la guerra. La mayor parte de los muros de ladrillo actuales datan del siglo ^XIV, pero la Torre Herman, de 50 metros, no se construyó hasta el siglo ^XVI. Se inspiró en las obras de ampliación emprendidas al mismo tiempo en la fortaleza de Ivangorod, en la otra orilla. En el recinto del castillo también se encuentra una serie de nueve bastiones que datan de la ocupación sueca. No dude en subir a lo alto de la torre para disfrutar de una vista inmejorable de la fortaleza de Ivangorod Contemple el ballet de peatones y vehículos a ambos lados de la frontera cruzando el Narva.