AMUSEMENT CENTRE
¡Win! The Place to be… Una moneda de una rupia basta para hacer fortuna, o más exactamente para amarrar una bolsa llena de piezas a retocar en las máquinas vecinas. Y allí los inversionistas se apoderaron de: doscientas slot máquinas y cuatro súbitas, no menos.
Un premio que puede llegar hasta 240 millones de rupias. Si el dinero no tiene olor, en cambio hace ruido. ¡Qué alboroto con esta mountain of money! Te sentirás casi en Las Vegas… A partir de las 10 de la madrugada, las habitaciones están a un ritmo sostenido. Los sábados por la noche, cuando dos a trescientos jugadores prueban su suerte, la locura se instala alrededor del bar, donde seybrew fluye a flotes y a las tres cajas, donde se puede convertir (a una clase devaluada) nada menos que catorce monedas: Su Majestad el dólar, pero también el rand sudafricano, el yen japonés, la corona sueca… La fiebre del juego ha ganado claramente las Seychelles, los indígenas, que componen la mayor parte de la clientela, apostando por media de 50 SR a 100 SR. Las mujeres, de todas las edades y a menudo de categoría social muy media, suelen ser más numerosas que los hombres, sobre todo durante el descanso. Los marineros de paso se detienen tan gustosamente en este templo del dinero que nunca creíamos posible hace un cuarto de siglo, en los tiempos comprometidos del socialismo en René.