Qué ver y hacer San Juan

En la carretera principal, en un extremo de San Juan, el Santuario Marino de Tubod es una zona de más de siete hectáreas protegida desde hace más de treinta años y donde se puede bucear, nadar o hacer snorkel. Es sin duda el lugar más hermoso para admirar los corales y peces de Siquijor. Es posible alquilar equipo de snorkel (a la entrada, en la playa) o de buceo (en el centro de buceo Coco Grove Beach Resort, en la playa). La playa de arena blanca es preciosa, al igual que el mar, de aguas tranquilas y cristalinas. Cuidado, es importante comprobar las mareas para ir allí cuando la marea está alta, de lo contrario nadar no es muy agradable. En el camino, una pequeña caseta ofrece zumo de fruta y otras bebidas. El fondo marino es muy bonito porque está protegido, es decir, está prohibida la pesca, así como la degradación del coral o la recogida de conchas. Entre los cientos de peces que se pueden ver, el famoso pez payaso (Nemo) jugando en su anémona, el pez loro, el mero, el pez león... todos más coloridos que los demás. ¿Y qué decir de los corales? Es bastante excepcional poder acceder a un jardín de coral tan rico y vibrante a sólo veinte metros de la playa. El santuario de Tubod también es conocido por albergar almejas gigantes, moluscos que pueden llegar a medir un metro de largo. Si tiene suerte, incluso podrá avistar tortugas marinas. Una visita obligada en Siquijor

¡Nos hemos enamorado de la cascada también conocida como Zodiac Falls! Enclavada entre rocas y frondosa vegetación, la cascada de 7 metros es magnífica, con cuevas ocultas bajo los chorros de agua y las rocas redondeadas y pulidas. Es muy agradable bañarse en ella y los más aventureros pueden trepar por el lateral para saltar (las piedras no son resbaladizas, sorprendentemente). Para los demás, es igual de estimulante ver a los aventureros (a menudo lugareños) hacer sus impresionantes piruetas. Gran ambiente. Se lo recomendamos

Las cataratas de Cambugahay son una de las mayores atracciones de la isla, bajo la carretera que une San Juan y Lazi. Para evitar las aglomeraciones, hay que llegar temprano, antes de las 10 de la mañana. El agua tiene un color irreal y el lugar es de una belleza encantadora. Piscinas escalonadas, cascadas arqueadas, cálidas aguas turquesas, es agradable quedarse una o dos horas, nadar, hacer picnic y, por qué no, gastarse unos pesos extra y probar uno de los saltos de liana (1, 6 u 11 metros). Es una maravilla

Nadie puede pasar por Siquijor sin oír hablar de las legendarias puestas de sol de Paliton Beach, y con razón. A dos kilómetros al noroeste de San Juan, esta playa es espléndida, bañada por aguas cristalinas. Desierta durante el día y sin alojamientos que perturben la tranquilidad del lugar, la playa de Palitón adquiere una dimensión totalmente nueva al caer la tarde, y sobre todo los fines de semana, cuando muchos lugareños acuden a disfrutar de las vistas y el ambiente, y los viajeros de paso se mezclan con los juerguistas. Una callejuela de puestos de comida callejera se despliega, brindando la oportunidad de probar todos estos platos locales: pruebe la dinamita, por ejemplo, guindillas rebozadas en queso y fritas, o el turón de mango, trozos de mango amargo en salsa de soja, servidos con zumo de fruta fresca o cerveza. Puedes sentarte en las grandes mesas o en los columpios gigantes (¡para hacerte la foto de Instagram!). Y luego, por supuesto, la playa se llena a partir de las 4 de la tarde de pequeños grupos de gente que se reúnen con amigos, tocan música, chapotean en el agua y esperan impacientes el momento culminante del espectáculo: lentamente, el sol se hunde en el cielo, antes de desaparecer tras las montañas de Negros Oriental y empezar a colorear el cielo y el mar de mil y un tonos azules, rosas y naranjas. Siquijor en general y Paliton Beach en particular no han robado su fama de ser las puestas de sol más bellas de Filipinas. Sin duda, ¡un lugar de visita obligada en la isla!

Este río subterráneo está abierto al público desde 2018. Con chaleco salvavidas, linterna frontal y un guía, se desciende por una empinada escalera antes de llegar a la entrada de la cueva en la que se puede estar fácilmente una hora bañándose, observando los murciélagos y las diferentes formaciones rocosas. Es divertido si te gusta estar bajo tierra. Tenga cuidado, la carretera que conduce a ella es bastante empinada, así que conduzca con cuidado si va en scooter.

Este Balete (un tipo de higuera) de 400 años es el árbol más antiguo de Siquijor. Además de ser suntuoso con sus enormes raíces entrelazadas con sus lianas y ramas caídas, este árbol está rodeado de multitud de leyendas. A sus pies, una piscina artificial está llena de un misterioso manantial. Si necesita una pedicura, sólo tiene que sumergir los pies en ella y unos pececillos se comerán sus pies (bueno, la piel muerta). Es una experiencia divertida (o desagradable, juzgue usted). La gente se ríe y el árbol se yergue majestuoso.

Las cercanas cataratas de Cambugahay son quizá aún más bellas y, sobre todo, mucho menos turísticas. Debido a su contenido calcáreo, el agua es de un impresionante azul cian. Hay una liana para saltar y una pequeña cueva para nadar. Si va temprano por la mañana, no se encontrará con nadie. A diferencia de otros lugares turísticos gestionados por el Gobierno, Kawasan está en manos de los aldeanos, por lo que los precios suelen ser aleatorios. Suele ser necesario un guía para bajar (vigilará tus cosas).