CHUCK BEACH
Nadie puede pasar por Siquijor sin oír hablar de las legendarias puestas de sol de Paliton Beach, y con razón. A dos kilómetros al noroeste de San Juan, esta playa es espléndida, bañada por aguas cristalinas. Desierta durante el día y sin alojamientos que perturben la tranquilidad del lugar, la playa de Palitón adquiere una dimensión totalmente nueva al caer la tarde, y sobre todo los fines de semana, cuando muchos lugareños acuden a disfrutar de las vistas y el ambiente, y los viajeros de paso se mezclan con los juerguistas. Una callejuela de puestos de comida callejera se despliega, brindando la oportunidad de probar todos estos platos locales: pruebe la dinamita, por ejemplo, guindillas rebozadas en queso y fritas, o el turón de mango, trozos de mango amargo en salsa de soja, servidos con zumo de fruta fresca o cerveza. Puedes sentarte en las grandes mesas o en los columpios gigantes (¡para hacerte la foto de Instagram!). Y luego, por supuesto, la playa se llena a partir de las 4 de la tarde de pequeños grupos de gente que se reúnen con amigos, tocan música, chapotean en el agua y esperan impacientes el momento culminante del espectáculo: lentamente, el sol se hunde en el cielo, antes de desaparecer tras las montañas de Negros Oriental y empezar a colorear el cielo y el mar de mil y un tonos azules, rosas y naranjas. Siquijor en general y Paliton Beach en particular no han robado su fama de ser las puestas de sol más bellas de Filipinas. Sin duda, ¡un lugar de visita obligada en la isla!