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Metrópolis en expansión, entre el mar y la montaña, Río de Janeiro es sin duda uno de los enclaves naturales y urbanos más bellos del planeta. Desde el Carnaval hasta los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, todos tenemos en mente la imagen de una ciudad festiva y colorida donde cualquier excusa es buena para salir de fiesta... ¡Y no nos equivocamos! Sin embargo, la cidade maravilhosa tiene mucho más que ofrecer. Petit Futé presenta los 10 lugares imprescindibles de Río de Janeiro.

El carnaval eterno

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¿Cómo pensar en Río sin mencionar su espectacular Carnaval? Es sin duda la fiesta preferida de todos los brasileños y especialmente de los cariocas, que se reúnen en las calles para bailar día y noche. Toda la ciudad arde al son de la mítica samba carioca Durante 5 días, las mejores escuelas de samba desfilan para convertirse en "Reina del Carnaval". Los trajes que lucen las baianas, todo plumas, pedrería y lentejuelas, son un espectáculo para la vista. Este año, el Carnaval de Río se celebra entre el viernes 24 y el martes 28 de febrero. Si está planeando una escapada a Brasil durante este periodo... ¡le envidiamos!

El mítico Cristo Redentor

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Es uno de los símbolos de la ciudad. Encaramado en la montaña del Corcovado, el Cristo Redentor se alza 710 metros sobre Río de Janeiro. Reconocida como una de las Siete Nuevas Maravillas del Nuevo Mundo, esta colosal estatua fue diseñada por el escultor francés Paul Landowski. Se inauguró el 12 de octubre de 1931 y se tardaron nueve años en construir el Cristo de 38 metros de altura. La vista de Río desde lo alto es espectacular. Se puede ver el Pan de Azúcar, las playas de Copacabana eIpanema y todo el centro de la ciudad.

El indestructible Pão de Açúporque

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Situado a la entrada de la bahía de Guanabara, el "Pan de Azúcar " es un paseo imprescindible. Con una altura de 395 m, se accede a su cima mediante dos teleféricos. Este bloque de cuarzo de 500 millones de años recibió el nombre de "pão de açucar" por su forma, que recuerda al molde utilizado para formar los bloques de azúcar. La vista panorámica desde la cima es impresionante. Además, a diferencia del Cristo Redentor, la vista rara vez se ve perturbada por las nubes.

La colorida "Escadaria Selarón "

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Si Río está lleno de obras de arte, hay una que es apreciada y conocida por todos los viajeros: la escalera Selarón. En los años 90, el excéntrico Jorge Selarón decidió dar nueva vida a los 250 escalones de su puerta. Reunió cientos de piezas de cerámica de todo el mundo para crear el gigantesco y colorido mosaico que hoy conocemos. En total, hay más de 2.000 azulejos de unos 60 países diferentes. En lo alto de la escalera hay un brillante mosaico de la bandera brasileña.

La sensual playa de Copacabana

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En los años 80 y 90, Copacabana era el centro de atención. Moderna y sexy, esta playa del distrito sur de Río de Janeiro era el lugar de moda. Hoy, Copacabana se ha convertido en mítica y bastante chic, y sigue siendo uno de los paseos favoritos de los cariocas. En primera línea de playa, el lujoso Copacabana Palace Hotel atrae a famosos de todo el mundo.

La playa chic de Ipanema

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Justo al lado de la famosa Copacabana está su hermana pequeña: Ipanema. Situada en un barrio chic y de moda, esta playa invita a relajarse con un helado de acai en la mano. Los numerosos bañistas le ofrecerán una degustación de esta suculenta fruta, que procede directamente del Amazonas y aún no se vende mucho en Europa. Por la tarde, al anochecer, el espectáculo es impresionante. El sol se pone entre las montañas gemelas "Dois Irmãos" y deja a los bañistas tan encantados que no es raro que algunos aplaudan.

La exuberante Floresta da Tijuca

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Río de Janeiro es la única ciudad del mundo que tiene un bosque tropical dentro de sus fronteras. La Floresta da Tijuca rodea la ciudad con su exuberante fauna. Desempeña un papel fundamental en la vida de los cariocas: reduce la contaminación, las inundaciones y es también la principal fuente de agua de la ciudad. Un paseo por la selva le permitirá descubrir lugares excepcionales como la cascada de la Cascatinha y, sobre todo, una fauna muy rica. No es raro ver tucanes, monos sagú o incluso monos aulladores.

El festivo barrio de Lapa

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El barrio de Lapa es sin duda el más auténtico de Río. Con sus calles adoquinadas, sus casas estrechas y el acueducto sobre el que pasa el pintoresco tranvía carioca, es la imagen de la cultura brasileña: animado y colorista. Es aquí donde las noches son más locas. Lapa es el centro de la vida nocturna, con bares y discotecas que se incendian cada fin de semana al son de la samba o el choro.

El imperdible monasterio de São Bento

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Monumento mayor del arte colonial en Río de Janeiro, el monasterio de S ã o Bento fue fundado en el siglo XVI por dos benedictinos menores. Tras su fachada, más bien austera, se esconde un interior opulento, todo en oro, repleto de esculturas, cada una más brillante que la anterior. Dos veces al día, a las 7:15 y a las 18:00, podrá escuchar a los monjes benedictinos del monasterio entonar cantos gregorianos.

El impresionante Museo Nacional de Brasil

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Administrado por la Universidad Federal de Río de Janeiro, el Museo Nacional de Brasil es también un instituto de investigación. Está situado en el encantador parque de Quinta da Boa Vista. La colección expuesta es una de las más importantes de América, con esqueletos prehistóricos, momias y tumbas egipcias. Pero lo más destacado de la muestra es sin duda el meteorito "Bendego", ¡uno de los mayores jamás descubiertos!