MEMORIAL DEL MOVIMIENTO HIPPIE

Desde el verano de 2016 se puede ver una estatua de bronce en el paseo peatonal de la Marina de Ibiza, en la intersección de las calles Lluis Tur i Palau y Guillem de Montgrí, instalada aquí como homenaje al movimiento hippie que animó la isla en los años sesenta y principios de los setenta. El escultor catalán Ció Abellí es el autor: la obra es una transposición tridimensional de una famosa imagen tomada en 1972 en un parque de Ámsterdam por el fotógrafo Toni Riera, que representa a un padre de pelo largo vestido como un pillo hippie que intercambia una mirada cómplice con su pequeña hija, que está vestida de forma similar. El artista eligió esta imagen por la dimensión icónica de la isla que ha llegado a ocupar a lo largo de los años. Desde los inicios del movimiento hippie, muchos "peluts" ("peludos", como los isleños llamaban a estos recién llegados por su generosa cabellera) encontraron en Ibiza el aroma de la tierra prometida, donde la posibilidad de una sociedad libertaria cercana a la naturaleza parecía accesible. Flower Power fue de hecho la consigna a finales de los 60 y principios de los 70 tanto en Ibiza como en Formentera. A los pies de las dos figuras hay un mapa del mundo que muestra las ciudades que una vez fueron puntos altos del movimiento: San Francisco, Ámsterdam, Katmandú, Goa e Ibiza. La obra es una donación del fundador del Pasha, Ricardo Urgell.