CUEVAS DE KITUM, MACKINGENY Y CHEPNYALI

Aunque es poco probable que se encuentre con elefantes, las cuevas son un lugar emocionante para visitar. Si no tiene un vehículo, un guardabosques puede acompañarle, pero espere una larga caminata. La cueva de Kitum (lugar ceremonial maasai) es la más famosa, situada a 2.400 m de altitud en el lado keniano del monte Elgon, no lejos de la frontera con Uganda. Tiene 165 m de profundidad y unos 50 m de ancho en su entrada. Se llega por un pequeño camino que serpentea entre la exuberante vegetación. Al cabo de unos minutos, nos encontramos ante un acantilado cubierto de musgo y helechos. Bajo una pequeña cascada hay una gran abertura en forma de arco. De ella emana una impresión de misterio, que se refuerza aún más cuando se entra en una enorme sala. En su interior no hay estalactitas ni cauces, es una cueva de las llamadas "secas". La oscuridad se convierte rápidamente en total -asegúrate de tener una linterna- y te sorprende un fuerte olor acre. Esto se debe a los miles de murciélagos que penden sobre sus cabezas A la luz de una linterna, se pueden ver las marcas de los colmillos en las paredes, pero es difícil imaginar a decenas de paquidermos excavando en la oscuridad total. La cercana cueva de Mackingeny es igualmente espectacular. Chepnyali es menos impresionante, pero aún así merece una visita.